¿Qué es la solidaridad?

La solidaridad es escuchar y comprender. Sin embargo, eso no significa estar de acuerdo, esa es otra palabra, otro paso, pero la solidaridad es tomar en serio lo que alguien está diciendo. La solidaridad es extender una mano, la solidaridad es apoyar a alguien. La solidaridad es encontrar y crear puntos de vista morales y éticos.

Es estar al lado del otro, incluso para problemas que no se afectan directamente a uno mismo, pero que afectan a nuestros hermanos y hermanas, a través de las fronteras, la naturaleza y las generaciones venideras.

Pero, qué hacemos cuando no estamos de acuerdo con alguien. Qué pasa si no podemos aceptar sus puntos de vista. La solidaridad también es ponerse de pie, y para expresarse, la solidaridad es también una acción de declarar una necesidad, y por lo tanto también una necesidad de cambio, podríamos decir. Sin embargo, el cambio es parte de un diálogo abierto, que también acepta que otras personas no viven o piensan de la misma manera.

Vivir es un diálogo constante con el mundo y nuestro mundo está cambiando constantemente. Somos todos tan diferentes con gustos e ideas distintas. La solidaridad es decir: no vivo como tú, pero acepto que vives diferente que yo, para que podamos mantener el diálogo y vivir al lado del otro.

  • La solidaridad es avanzar juntos.
  • Solidaridad es hacer frente a la discriminación.
  • La solidaridad es romper las barreras del privilegio y la jerarquía.
Solidaridad
Solidaridad

¿Cuál es el valor de la solidaridad?

Son nuestras creencias, la necesidad de la convivencia son los valores de cada persona al apoyar una idea, un estilo de vida una forma de ser. En un grupo colectivo o social, la solidaridad es la capacidad de actuar como un todo en un grupo.

¿Cómo se presenta la solidaridad?

la solidaridad está presente en la contribución en vida cultural, económica, política y social de la comunidad. Tenemos la responsabilidad de buscar y trabajar por el bien común, y con esto en mente debemos involucrarnos en todas las áreas de la vida, utilizando nuestros valores cristianos como base para nuestra participación y alentando a otros a hacer lo mismo.

La solidaridad se puede presentar cuando entendemos cuáles son los sentimientos de otra persona, al mostrar respeto, confianza.  Se presenta desde el punto de vista normativista, la solidaridad es más probable que se desarrolle entre individuos que comparten valores fundamentales, como los que son inculcados en grupos religiosos o étnicos. Desde el punto de vista estructuralista, la solidaridad surge del intercambio de intereses materiales comunes, como ocurre en las clases sociales.

¿Qué pasa con la falta de solidaridad?

La falta de solidaridad es el principal culpable de la pobreza. Nuestro egocentrismo y elementos clave en la economía, en particular el sistema de dinero como deuda, nos han hecho individualistas y poco cooperativos.

Esta es una actitud arraigada en nuestros corazones que favorece comportamientos que van desde la pasividad y la indolencia frente a los problemas de otras personas hasta el egoísmo extremo y la codicia.

De hecho, nuestra civilización actual se basa en el individualismo: cuidamos principalmente nuestros propios intereses y no vamos más allá. Tal actitud es opuesta a la búsqueda del bien común, que es precisamente el fundamento de la solidaridad. Frente a las necesidades básicas de la vida, todo ser humano debería ser igual. Eso debería ser un derecho fundamental. Sin embargo, debido a la falta de solidaridad, las personas no reclaman para otros lo que reclaman para sí mismas.

Por ejemplo, hay leyes contra el maltrato animal. Eso es genial Sin embargo, por qué no hay leyes que protejan a las personas de pasar hambre todas las noches o salir en condiciones miserables. Tal individualismo es una negación de un hecho real: la supervivencia de la civilización solo es posible a través de la cooperación activa y la solidaridad entre las personas, y a través de la voluntad de subordinar nuestros propios intereses al bien común.

Conexión personal
Conexión personal

En particular, existe un problema central que favorece la falta de solidaridad: la práctica económica actual está impulsada por el dinero y las ganancias en lugar de por las personas.

¿Cuáles son los tipos de la solidaridad?

Hay dos formas de solidaridad: mecánica y orgánica, que corresponde aproximadamente a sociedades cada vez más grandes. La solidaridad mecánica se refiere a la conexión, la cohesión y la integración nacidas de la homogeneidad, o trabajo, educación, religiosidad y estilo de vida similares.

  • La solidaridad mecánica es cuando tenemos en una sociedad creencias y valores comunes. Estos valores y creencias comunes constituyen una conciencia colectiva que trabaja internamente en los miembros individuales para hacerlos cooperar. Debido a que, en opinión de Durkheim, las fuerzas que hacen cooperar a los miembros de la sociedad son muy parecidas a las energías internas que hacen que las moléculas se unan en un sólido, recurrió a la terminología de la ciencia física para acuñar el término solidaridad mecánica.
  • La solidaridad orgánica es la integración social que surge de la necesidad de los individuos de los servicios de los demás. En una sociedad caracterizada por la solidaridad orgánica, existe una división del trabajo relativamente mayor, con individuos que funcionan de manera muy similar a los órganos interdependientes pero diferenciados de un cuerpo vivo. 
Tabla de Contenidos
  1. ¿Cuál es el valor de la solidaridad?
  2. ¿Cómo se presenta la solidaridad?
  3. ¿Qué pasa con la falta de solidaridad?
  4. ¿Cuáles son los tipos de la solidaridad?

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